“Los factores que afectan más son socioeconómicos que culturales. Yo no creo que es un valor de los latinos no cuidar la salud de sus niños” -Dra. Juana Mora

El dentista Carlos Sánchez y el equipo de la clínica móvil dental de la Universidad del Sur de California realizan una revisión de rutina gratuita a niños de la escuela Theodore T. Alexander Jr. Science Center. Manuel Morfín/El Nuevo Sol.

Por MANUEL MORFÍN y STEFANIE DE LEÓN
EL NUEVO SOL

Andrew Reyes, un niño de cuatro años, sufre problemas de caries, a su corta edad, debido a problemas que tuvo su mamá con el seguro dental, por lo que no le fue proporcionado tratamiento dental a tiempo.

En el caso de Edith Reyes, madre de Andrew, los problemas con el seguro dental la obligaron a esperar por un largo tiempo antes de tratar el problema de caries de su hijo.

“Él tenía caries, ya por poquito más de un año, pero tuve problemas con la aseguranza”, dice Reyes, quien ahora cuenta con cobertura dental para su hijo con un costo de 21 dólares al mes, por medio de Healthy Families. Sin embargo, debido al tiempo que transcurrió mientras su hijo sufría problemas de caries, ahora es necesario practicarle un tratamiento más costoso, el cual no está cubierto por su seguro dental.

“Son 550 dólares por una hora y cien dólares por cada hora extra”, explica Reyes sobre el costo del tratamiento dental que recibirá Andrew.

La mayoría de los niños latinos no tienen acceso a cuidado dental. A pesar de ser el grupo minoritario infantil más grande en este país, no les está garantizado el cuidado bucal. Un reciente estudio titulado, The Health of Latino Children: Urgent Priorities, Unanswered Questions and a Research Agenda, explica que la presencia de caries es desproporcionadamente más alta entre los niños latinos que en otros grupos. Según datos del 2006 publicados en el 2006 California Smile Survey, uno de cada tres (32.9 por ciento) niños latinos de kínder a tercer grado tenían caries que no habían sido tratadas por el dentista. Hay factores económicos, sociales y culturales que contribuyen a este problema, pero no todos tienen el mismo peso, dicen los especialistas.

Juana Mora, profesora de Estudios Chicanos en La Universidad del Estado de California de Northridge (CSUN) y especialista en la salud de los latinos, explica que algunas de las principales razones que ponen en desventaja a los niños latinos van más allá del factor cultural.

La doctora Juana Mora, profesora de Estudios Chicanos en CSUN y especialista en la salud de los latinos, explica que los niños latinos no tienen acceso a la salud dental por razones socioeconómicas. Foto de Manuel Morfín/ El Nuevo Sol.

“Los factores que afectan más son socioeconómicos que culturales”, dice Mora. “Yo no creo que es un valor de los latinos no cuidar la salud de sus niños. Si la familia está recién llegada, se están adaptando y no saben dónde está nada. Por mucho tiempo quizá no tenga seguro o acceso a la salud”.

Otra razón por la cual los niños latinos no visitan al dentista es por la falta de adaptación de los padres. Al emigrar a otro país, los padres no siempre se sienten cómodos con su nueva vida, explica Mora. “Hay estudios que muestran que los padres están deprimidos porque no les gusta estar en un lugar diferente. Además de eso, otras familias no están documentadas y no tienen la facilidad para salir a buscar los servicios”.

Por otra parte, Carlos Sánchez, presidente de la Asociación Dental Hispana de Los Ángeles y presidente de Latinos for Dental Careers, quien además dirige la clínica móvil dental de la Universidad del Sur de California (USC), dice que “hay muchas clínicas que desafortunadamente no ofrecen servicio de bajo costo… y mucha gente no tiene seguro dental.” También señala que al no tener revisiones constantes, las personas terminan con problemas mayores y en lugares donde el costo por cuidado dental es muy elevado.

Ambos, Mora y Sánchez, coinciden en que no hay muchos dentistas de origen latino y algunas familias no se sienten cómodas con un dentista que no habla español, contribuyendo a agrandar el problema de salud dental en la comunidad.

Aunque los grupos minoritarios se han convertido en los segmentos de mayor crecimiento en Estados Unidos, ellos no están estudiando, en proporción con su comunidad, carreras profesionales que brinden atención de salud. Como resultado, no hay muchos dentistas de origen latino.

Un estudio publicado en el 2007 en el Journal of Dental Education titulado The Rise and Fall of the Latino Dentist Supply in California, muestra que en el periodo de 1983 al 2000 el número de dentistas latinos con licencia para laborar en California declinó en un 80 por ciento. Según el mismo estudio, en el 2000, uno de cada tres californianos era latino (32.4 por ciento) mientras que sólo uno de cada veinte dentistas con licencia en California era latino.

“No hay proveedores suficientes (de cuidado dental) para la gente latina”, dice Sánchez. “El idioma es un problema para muchos (pacientes)”, lo cual hace desistir a algunos padres para llevar a sus hijos a visitas constantes al dentista.

El reciente estudio The Health of Latino Children: Urgent Priorities, Unanswered Questions and a Research Agenda, llevado a cabo por la Universidad de California, Los Ángeles, y la Fundación California Healthcare (CHCF), descubrió que los niños latinos de California que están asegurados por Medicaid u otros seguros de salud pública visitan al dentista menos veces que los niños que tienen cobertura médica privada.

La razón detrás de este fenómeno, de acuerdo a los investigadores, es la privatización de la salud dental. El estudio reveló que no hay suficientes dentistas que acepten Medicaid. A pesar de que las caries es la enfermedad crónica infantil más común, aun más que el asma, como revela el Director General de Salud Pública en el reporte del año 2000, el cuidado dental es dominado por los dentistas privados, que muy raramente aceptan Medicaid.

Una solución para este problema de salud dental en los niños latinos sería incrementar las oportunidades educacionales para las minorías, según propone el estudio Ethnic and Racial Minority Students in US Entry-Level Dental Hygiene Programs, dirigido por el American Dental Hygienists’ Association. Al producir estas oportunidades, el acceso al cuidado dental para los latinos aumentaría.

“Lo que tratamos de hacer es subir los números de estudiantes que solicitan ingreso en las escuelas dentales, ya sea dentistas o higienistas o asistentes”, dice Sánchez, refiriéndose a la asociación que preside, Latinos for Dental Careers: “Nosotros ayudamos a los estudiantes con becas, y también damos mucha información para los dentistas que vienen de otros países para empezar la carrera acá”.

Sin embargo, el camino que debe recorrer un dentista extranjero es muy complicado para llegar a obtener su licencia en este país, como es el caso de “Raúl”, un dentista mexicano que ingresó a Estados Unidos como turista, sin documentos para trabajar, pero que por las barreras que el sistema le impone a los inmigrantes que nos son patrocinados por algún programa o empresa, no puede obtener su licencia de dentista. Y por esta razón se ha dedicado a practicar de manera clandestina en comunidades donde la salud dental es inaccesible, y por lo cual prefiere permanecer en el anonimato.

A pesar de sus estudios y entrenamiento en el área de la salud dental, y los más de 20 años de experiencia practicando, para Raúl es muy difícil obtener la licencia en este país.

“La idea es estar bien dentro de este país y obtener la licencia. Lo que ya hice es la convalidación de mis estudios”, dice Raúl, quien al no contar con un seguro social no puede solicitar el examen profesional que le permitiría ejercer como dentista. Aun así, espera recibir la oportunidad de algún empleador que pueda ayudarle a regularizar su estatus migratorio.

“Aparte, cada periodo (semestre) de la universidad, sólo por concepto de colegiatura, te cuesta alrededor de 20,000 dólares”, explica Raúl, y agrega que además hay que demostrar solvencia económica para pagar la escuela y mantener a su familia.

Y así como Raúl, existen dentistas latinos practicando sin licencia en este país, y ellos representan una opción para personas que no cuentan con un seguro dental.

“Yo empecé a venir a Estados Unidos a trabajar en el 2007”, dice Raúl. “Me he manejado a base de referencias, con personas conocidas, de confianza. (Debido) a los costos tan elevadísimos e irreales que se cobran por acá, entonces la gente (que no tiene seguro dental) busca la opción. Yo les manejo costos de México, y todo se maneja con discreción”. En una comparación de costos entre lo que Raúl cobra y lo que se pagaría al asistir a un dentista de este país, Raúl explica que la diferencia es abismal.

“Son infinitamente diferentes”, dice, explicando que un procedimiento de limpieza profunda, que puede llegar a costar cientos o incluso un par de miles de dólares, él lo realiza utilizando costos que se manejan en México. “A él, (un paciente) le costó 120 dólares. Las personas buscan servicios a su alcance porque aquí realmente son verdaderamente grandes (los costos)”.

Sánchez recomienda el informarse sobre servicios gratuitos o de bajo costo que se ofrecen en la comunidad y no esperar a que los problemas dentales se desarrollen y tengan como consecuencia un costo más alto.

Sánchez explica que es importante dar a los niños limpiezas dentales y sobre todo, “educación de cómo deben cepillarse los dientes y el uso del hilo dental”, además de proveer educación a los padres sobre el cuidado dental de sus hijos.

“La prevención es número uno y es lo que tratamos de explicarles a los padres y a los niños”, dice Sánchez. “Después de la escuela, tenemos juntas, y explicamos las cosas que deben hacer para prevenir ciertos problemas de la boca, y así ellos pueden educar a sus niños también”.


Tags:  Asociación Dental Hispana de Los Ángeles Carlos Sánchez clínica móvil dental de la Universidad del Sur de California CSUN falta de dentistas latinos Juana Mora Manuel Morfin Medicaid Niños Latinos salud dental Stefanie de Leon

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Manuel Morfín




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