“Ser pre diabética, querer tener hijos y no tener trabajo me motivaron a utilizar mi tiempo extra para alcanzar mi meta de un peso saludable”, dice Brenda Quiñones. Con una sonrisa en la cara, dice que gracias al programa es más activa. La trayectoria no ha sido fácil, ya que a ella no le gusta levantarse temprano, pero sabiendo que hay más personas haciendo lo mismo, la motiva a seguir adelante.

Por VICTORIA LÓPEZ DE DIOS
EL NUEVO SOL

Brenda Quiñones muestra la cantidad de libras que ha perdido en el transcurso de siete semanas dentro del programa de 100 Ciudadanos del Valle de San Fernando. Foto: Victoria López de Dios / El Nuevo Sol

Brenda Quiñones muestra la cantidad de libras que ha perdido en el transcurso de siete semanas dentro del programa de 100 Ciudadanos del Valle de San Fernando. Foto: Victoria López de Dios / El Nuevo Sol

Entre felicitaciones, Brenda Liliana Quiñones no permitía que su triunfo reciente, por más grandioso que fuera, la detuviera. Durante su clase de ejercicio, mientras tomaba sus exámenes semanales, era inevitable no notar la alegría en su rostro.

“Cumplió la meta del programa en cuatro semanas”, dice Jazmyn Jasso, la instructora de prevención de diabetes del programa 100 Ciudadanos. El programa requiere que los participantes reduzcan su peso actual por el 7 por ciento. Quiñones, pesando 119.0 kg (262 libras) al comienzo del programa, logró superar ésta meta, bajando 8 kg (19 libras), en tan sólo cuatro semanas. 

“Yo soy muy competitiva. Si alguien puede, entonces yo puedo más”, dice Quiñones. Gracias al Programa de Prevención de Diabetes del Parque de Recreación de San Fernando, Quiñones ha logrado una de sus metas personales: bajar de peso. Al practicar ejercicio cardiovascular, ella se esforzaba mucho más de lo que los instructores le sugerían.

La participante es una ama de casa de 27 años de edad. Escuchó acerca del programa de prevención de diabetes  en su iglesia y decidió participar. Meses atrás, perdió su trabajo como asistente de maestro. El no poder ayudar a su esposo a pagar las cuentas y no encontrar trabajo pronto le causó depresión.

“En un tiempo que perdió el trabajo…sí se enfermó un poco”, dice Federico Benicia, el esposo de Quiñones. “Yo le dije que no se preocupara porque a veces así son las cosas, a veces tiene uno, y a veces, no. Y ahí se va uno viviendo la vida”.

Mantener una rutina de ejercicios moderados ayuda a personas, no sólo a mantener un peso saludable, sino también a reducir los síntomas de depresión, según la Escuela Médica de la Universidad de Harvard. 

Por esto mismo, Quiñones decidió optar por una vida mejor. Para controlar las emociones de la depresión, ella decidió distraerse en el ejercicio del programa que es ofrecido en la ciudad de San Fernando.

El programa de prevención de diabetes es resultado de la colaboración de la ciudad de San Fernando y el programa de kinesiología de la Universidad del Estado de California en Northridge. En el programa participan varios residentes de la ciudad, la mayoría de la tercera edad.

Quiñones es una de las participantes más jóvenes, pero en un chequeo de rutina, ella fue diagnosticada como pre diabética.

Participantes del programa de prevención de diabetes se reúnen al centro del gimnasio para realizar su porra de motivación diaria. Foto: Joanna Jacobo / El Nuevo Sol

Participantes del programa de prevención de diabetes se reúnen al centro del gimnasio para realizar su porra de motivación diaria. Foto: Joanna Jacobo / El Nuevo Sol

Al comienzo del programa, ella se rehusaba a compartir su historia. Días después, ella misma se acercó a mí para contarme.

Es originaria de Jerez, Zacatecas, y residente del Valle de San Fernando desde la edad de 7 años. Ella empezó a subir de peso cuando estaba en la escuela secundaria. Cuenta que un verano que no tomó clases, todo lo que hacía era comer después de haberle ayudado a su madre con el quehacer de la casa.

Ella recuerda que en México sus padres eran muy humildes y a la hora del almuerzo, su mamá le daba a ella y a sus hermanos tortillas de más para que sintieran el estomago lleno. Después, cuando emigraron a Estados Unidos, la mamá les decía que se tenían que terminar todo lo que tenían servido en su plato.

“Las costumbres culturales de mi familia fueron uno de los factores que influyeron en mi caso”, dice Quiñones.

Debido a la perdida de su trabajo, Quiñones comenzó a sufrir de depresión. Un día, después de misa, escuchó el anuncio del programa de pre diabetes y decidió retomar las riendas de su vida.

“Ser pre diabética, querer tener hijos y no tener trabajo me motivaron a utilizar mi tiempo extra para alcanzar mi meta de un peso saludable”, dice. Con una sonrisa en la cara, dice que gracias al programa es más activa.

Esto no ha sido fácil, pero ella es una persona determinada y le gusta competir y una de sus motivaciones es sí otras personas están perdiendo peso, ella quiere y se propone perder más. La trayectoria no ha sido fácil, ya que a ella no le gusta levantarse temprano, pero sabiendo que hay más personas haciendo lo mismo, la motiva a seguir adelante.

Las clases de nutrición que ofrece el programa le han enseñado a substituir comida chatarra por antojos más saludables. Dice que cuando tiene ganas de comer un antojo, ella prefiere comer pepinos y otras frutas.

“Si ella se siente bien, yo me siento bien también, porque son fuerte las dietas”, dice Benicia. “Yo siento feo que ella quiera comer algo y no pueda”.

La participante ha reducido las porciones que come y aunque cocina platillos diferentes para su esposo, ella se prepara comida saludable.

Tres días a la semana, Quiñones y sus compañeros del programa de 100 Ciudadanos, realizan diferentes ejercicios, como sentadillas, lagartijas, tiras de cuerda, etc. Foto: Victoria López de Dios / El Nuevo Sol

Tres días a la semana, Quiñones y sus compañeros del programa de 100 Ciudadanos, con la ayuda de los instructores, realizan diferentes ejercicios, como sentadillas, lagartijas, tiras de cuerda, etc. Foto: Victoria López de Dios / El Nuevo Sol

Quiñones se mantiene más activa. Dice que sí su podómetro que le proporcionó el programa no ha llegado a la meta de cinco mil pasos al día, ella y su esposo salen a caminar después de cenar. Los fines de semana lleva a sus sobrinos a caminar al parque.

“Ha perdido 12 kg (26 libras) en ocho semanas”, dice Jasso.

Quiñones ya sobrepasó la meta que el programa de prevención de diabetes recomendó, pero ella desea seguir porque quiere llegar a un peso saludable para poder cumplir su sueño de convertirse en madre.

“Si [Quiñones] quiere participar en otro programa, yo la voy a seguir apoyando hasta al límite que ella quiera llegar”, dice Benicio.

La jerezana sigue asistiendo al programa y a diario opta por cocinar comidas más saludables.

“Yo espero vivir una larga vida y no quisiera depender de nadie al llegar a la tercera edad”, dice.

El Departamento de Salud Pública recomienda comer saludable y mantener una rutina de 30 a 60 minutos de acción física al día. Personas diagnosticadas con pre-diabetes pueden prevenir el diabetes tipo 2 con ejercicio y control de peso. Si ya fue diagnosticado con diabetes, siga las instrucciones de su medico y participe en programas educativos sobre el manejo de diabetes.


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