¿Cuántas millas cuesta tu salud? México no salpica violencia sino cuidados médicos

En el 2001, cerca de un millón de adultos en California buscaron servicios médicos, dentales o recetas en México y de éstos, casi medio millón eran mexicanos. Nadie tiene datos más recientes pero los expertos asumen son mayores hoy en día.

Mike Carr, un paciente leal del cirujano dentista Sergio Ayala Suárez, sonríe mientras espera su cita. Wendy Aguilar/ El Nuevo Sol.

Por WENDY AGUILAR
EL NUEVO SOL

“En Palm Springs, me querían cobrar 30 mil dólares para arreglarme los dientes frontales”, dice Mike Carr, de 50 años de edad, residente de Palm Springs. “Crucé la frontera y acá (en Tijuana, México), me pusieron los dientes de enfrente, más tres endodoncias y otras cosas más, por sólo 5 mil dólares, y he quedado feliz con el trabajo que me hicieron”.

Carr agrega que ha sido cliente leal del mismo dentista, Sergio Ayala Suárez, por más de diez años y que a lo largo de esta década le ha referido al doctor varios familiares y amigos.

Carr es uno de un millón de adultos en California que año con año viajan a México para acceder a cuidados médicos y de ortodoncia. Mientras los medios de comunicación en inglés hablan constantemente de la violencia que ocurre en México, de cómo ésta se salta la frontera para salpicar de sangre a las ciudades fronterizas de Estados Unidos, para muchos norteamericanos la frontera no salpica violencia sino cuidado médico barato, accesible, eficiente y bilingüe.

Y el doctor Ayala es un buen ejemplo de ello.

“Desde un 80 hasta un 90 por ciento de la clientela viene de Estados Unidos [y son] de todas las razas [o grupos étnicos o nacionales]: latinos, anglosajones y europeos”, dice el dentista Ayala Suárez, quien lleva más de 12 años practicando como cirujano dentista en Tijuana, México. “[En México], los precios son más bajos”, agrega Suárez, quien identifica el ahorro monetario como la principal causa por la cual los ciudadanos estadounidenses viajan a México en busca de servicios de salud.

Una investigación de Steven P. Wallace, Carolyn A. Méndez-Luck y Xóchitl Castañeda del Centro para la Investigación de Políticas de Salud de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), titulada Heading South: Why Mexican Immigrants in California Seek Health Services in Mexico, estima que con base en datos de 2001, “aproximadamente 952,000 adultos en California buscaron servicios médicos, dentales o prescripciones en México el año anterior, y de éstos, 488,000 eran mexicanos”.

“Lamentablemente no hemos recogido datos más recientes sobre el tema, sólo puedo suponer que con el aumento de los costos de salud en EE.UU. los números son iguales o más altos que hace 10 años,” dice el investigador Wallace en un correo electrónico cuando se le preguntó por datos más recientes.

Las razones más comunes citadas en la investigación son: el precio (debido a la falta de seguro médico en Estados Unidos), la lentitud en los servicios de salud, un estatus migratorio reciente, un limitado dominio del inglés y la falta de información adecuada. La cercanía a la frontera contribuye a que la gente viaje a México para ver al doctor, pero un buen número, como es el caso de Mike Carr, viajan más de 120 millas para visitar al doctor o al dentista.

Aunque en Estados Unidos la presencia de servicios de salud es abundante —regularmente hay un hospital, varios doctores y muchas farmacias disponibles muy cerca de casa, en ocasiones abiertos hasta 24 horas al día— esta abundancia no es suficiente para la gente de escasos recursos que vive en zonas con malos servicios y que no puede pagar el costo del cuidado médico cotidiano. Para ahorrar dinero, algunos pacientes prefieren manejar varias horas y cruzar la frontera entre México y Estados Unidos para conseguir servicios médico, dental y medicamentos a mejor costo.

Tijuana, México, da la bienvenida a los visitantes de Estados Unidos. Una vez que pasas la frontera, todo lo que queda por hacer es elegir a un médico, a un dentista y a una farmacia. Wendy Aguilar/ El Nuevo Sol.

“Con mil dólares yo voy, vengo, me consulto y me hago tratamiento”, dice Elpidia Chávez, residente de Sylmar que ha vivido en Estados Unidos por 18 años. Chávez viaja muy seguido a Tijuana para consultas médicas y dentales. Durante sus viajes a la frontera, ella no sólo obtiene cuidados médicos y medicamentos a bajo precio, sino también doctores que hablan su idioma y entienden su caso.

“Me he consultado aquí (en Estados Unidos) y me ha salido muy caro, hasta dos mil o tres mil dólares en tratamientos”, dice Chávez.

Por el contrario, asegura que cuando visita a su médico en Tijuana, éste la consulta, le da una receta y antes de regresar a casa ella pasa por la farmacia y obtiene sus medicinas con receta a más bajo precio de lo que le costaría en Estados Unidos. “Ahorro tiempo y dinero”, agrega Chávez. También dice que ha descubierto que al sur de la frontera, los doctores actúan más pronto con sus pacientes. Ellos hacen preguntas sobre los síntomas, hacen ultrasonidos y de inmediato dan una prescripción para tratar el dolor o el problema del paciente.

“No califico para Healthy Families, tampoco para Medi-Cal, entonces a fuerzas tengo que pagar”, dice Chávez, quien tiene alta presión y problemas de colesterol, “Hay programas aquí (en EE.UU.) pero por falta de información uno no se consulta”.

María González, residente de los Estados Unidos por más de 25 años, viaja a México cada cuatro semanas para arreglar los dientes de sus hijas con frenos.

“Tengo que ir a México porque aquí es muy caro”, dice González, quien no tiene seguro médico ni dental para sus hijas, “Aquí cobran 10,000 dólares por las dos y allá me cobraron 1,200 dólares por cada una”.

La carencia de seguro médico está en la raíz del problema. Uno de cada cuatro residentes de California (8.2 millones), no tiene seguro médico, según cifras del Instituto de Políticas de Salud de UCLA. Los Latinos han tenido siempre las tasas más altas de falta de acceso a cuidado médico.

Maura Zelaya, agente y vendedora de seguros para la compañía State Farm, concuerda con el estudio. “Los planes de seguro médico, hasta los más básicos, tienen un alto pago mensual y más un deducible bastante alto en caso de hospitalización,” dice la agente de seguros.

Tijuana, México, está a pocos minutos de este punto. Tijuana espera con una gran variedad de centros médicos, consultorios dentales y farmacias. Wendy Aguilar/ El Nuevo Sol.

“Un seguro básico no cubre el dentista ni el oculista. El oculista y el dentista es separado, lo cual hace el plan mucho más caro”, agrega Zelaya.

El estudio de Wallace indica que los residentes más cercanos a la frontera son los más beneficiados, pero que la mitad de las personas que buscaron servicios médicos en México, vivían a más de 120 millas de distancia de la frontera. La diferencia de precios en los servicios de salud entre México y Estados Unidos es grande.

Aunque esta alternativa médica funciona para muchos, todavía existe un gran necesidad de un sistema económico justo con mas distribución de riquezas que pueda servir a todos los que viven de este lado de la frontera.

Antes de comenzar el viaje hacia el sur de la frontera para cualquier tratamiento médico, es importante que el paciente, “se informe bien y verifique las credenciales del médico”, dice Suarez, el cirujano dentista.


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