Cómo afecta la reforma de salud a la comunidad latina

Uno de cada tres latinos no tiene seguro médico en comparación con uno de cada doce blancos. Los 15.3 millones de latinos representan el grupo estadounidense con la proporción más alta de personas que no tienen seguro médico.

Jazmina , Adonis y Gerald Ortiz. El Nuevo Sol/Jorge Neri

JORGE NERI
EL NUEVO SOL

“Porque no tengo pistola, no me había pegado un balazo… por la desesperación, el saber que no puedo hacer nada y como jefe de familia, tengo que proveer para mi familia”, dice Adonis Ortiz, de 47 años, un ex soldado de las fuerzas armadas nicaragüenses, cuando se le pregunta acerca de la falta de acceso a cuidado médico para su esposa, Jazmina Ortiz, de 49 años.

Adonis perdió su trabajo y se vio obligado a conseguir apoyo gubernamental para el tratamiento médico de Jazmina, ya que le habían detectado la posibilidad de tener cáncer en los senos. Sin embargo, después de que él consiguiera trabajo en un mercado, el gobierno consideró que ganaba lo suficiente para mantener a su familia y pagar el tratamiento médico de su esposa, así que le quitaron el apoyo gubernamental.

“Desde que pisé tierra en Estados Unidos, le doy gracias que me recibió y estoy muy agradecido”, dice Adonis, quien emigró a Estados Unidos solo. Aunque ya conocía a Jazmina desde Nicaragua, Adonis y Jazmina hicieron un hogar en los Estados Unidos y tuvieron dos hijos, Adonis hijo de 25 años quien ya es casado y tiene su propia familia y Gerald de 19 años, los cuales son ciudadanos estadounidenses. “A mí lo que me interesa es la tranquilidad con la que el ser humano puede vivir”, añadió Adonis.

Jazmina no puede trabajar por su condición medica. Jazmina afirma que ha trabajo en diferentes lugares hasta que empezó a sufrir de calcificación en los huesos y problemas al mover sus brazos. Ahora sólo es ama de casa. “Yo deje trabajar porque me empecé a enfermar”, dice.

Adonis Ortiz tomando un café en domingo por la tarde antes de salir con su familia. El Nuevo Sol/Jorge Neri

Jazmina sigue teniendo problemas médicos y sólo ha calificado para que la atiendan por un año, lo que significa que del 2013 al 2014, hasta que la reforma de salud entre activa en su totalidad, la familia Ortiz tendrá que hacer lo que esté en su alcance para proveer el cuidado médico que Jazmina requiere.

La presión de los padres debido a los problemas de salud de Jazmina también le trae presión a sus hijos.

“Es difícil ver a mi padre batallar en nuestra situación tan delicada”, dice Gerald Ortiz. “Sin embargo, siempre intento ayudar a mi madre con los deberes del hogar lo más que pueda, lavando el baño o con labores pequeños como esos”. Y dice enfático: “No estamos hablando de un lujo, estamos hablando de la salud, la cual es una necesidad y es algo que necesitamos. El derecho a la vida es lo primero que nuestro gobierno debería de preocuparse por proveer”.

La nueva reforma de salud puede cambiar la situación de la familia Ortiz, ya que, comenzando en el 2014, todos los residentes de Estados Unidos comenzarán a contar con cobertura de salud. Además, se ofrecerán algunos servicio médicos gratuitos, las compañías de seguros de salud tendrán que regresar el dinero a sus clientes por medio de reembolsos si utilizan dinero de más en gastos administrativos, habrá apoyo para comprar medicamentos, y cualquier residente legal en Estados Unidos tendrá seguro de salud a pesar de su historial médico.

“El propósito principal de la reforma de salud es corregir el problema que tenemos en la atención médica”, dice Joni Novosel, directora de la organización Valley Care Community Consortium. “Tenemos un incremento en el costo por cobertura médica y 47 millones de personas sin acceso al sistema de salud. Esta [reforma] es una solución para mejorar el acceso, mejorar la calidad y reducir el costo”.

Según las cifras del 2010 de la oficina del censo, en Estados Unidos hay 49.9 millones de individuos sin seguro médico. De ellos, 15.3 millones son latinos, 23 millones son blancos y 8.1 millones son afroamericanos. Esto hace que los latinos sean el grupo estadounidense con la proporción más alta de personas que no tienen seguro médico. Uno de cada tres latinos no tiene seguro médico, comparado con uno de cada cinco afroamericanos y asiáticos y uno de cada doce blancos, según estimaciones del Concilio Nacional de La Raza (NCLR). A pesar de que la falta de seguro es menor entre los niños y jóvenes, es dos veces más probable que los latinos menores de 18 años no tengan seguro médico que los menores blancos, dice el informe.

El edificio del Centro de salud comprehensiva en el Valle de San Fernando, Jorge Neri/ El Nuevo Sol

“Hay una gran proporción de latinos que no tienen seguro de salud”, confirma Alina Salganicoff, vicepresidente y directora del programa de salud de mujeres de la fundación de Kaiser Permanente. “Entonces esta reforma da ayuda porque muchos van a tener acceso a Medicaid. También, muchos que están trabajando pero que tienen bajos ingresos van a tener seguro con subsidios del gobierno. Van a poder comprar el seguro y les va ayudar a tener acceso a más servicios médicos”.

 

Para poder entender el impacto que tendrá la reforma de salud en los latinos, es necesario entender lo que son los programas de Medicaid y el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP por sus siglas en inglés), ya que estos dos programas son los que cambiarán a partir de 2014. Medicaid (el cual es administrado por Medi-Cal en el estado de California) es un programa federal de seguro médico para residentes de bajos recursos, mujeres embarazadas y personas con incapacidades, según el glosario en la página de internet en español del Departamento de Salud y Servicios Humanos del gobierno federal: cuidadodesalud.gov.

El Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP en inglés) es un programa para la cobertura médica de los niños de bajos recursos, similar al programa Medicaid. El propósito de este programa es ofrecer cobertura médica a los niños que sus familias no tienen suficientes ingresos económicos para poder pagar cobertura médica, pero que no califican para Medicaid. Este programa se encarga de brindar servicios de salud a los niños de familias que no califican para el programa de gobierno por tener ingresos más altos pero no suficientes para comprar una póliza de salud independiente.

Joni Novosel, directora de Valley Care Community Consortium en su oficina. Jorge Neri/El Nuevo Sol

“La reforma de salud va a afectar mucho a los programas Medicaid y CHIP”, dice Salganicoff de Kaiser Permanente. En el sistema anterior, agrega, “si una persona es de muy bajo ingreso, no es suficiente, tienes que ser un padre de un hijo de 18 años o menor o una mujer embarazada o una persona que tiene muchas enfermedades o problemas médicos. Si no entras en una de esas categorías, no calificas a Medicaid, no importa tu ingreso”.

Ahora, la reforma de salud requiere que todos los residentes del país tengan un seguro médico, ya sea por su trabajo o por una póliza privada que la persona decida comprar.

“La mayoría de los negocios en Estados Unidos son negocios pequeños con 50 trabajadores o menos”, explica Novosel de Valley Care Community Consortium. “Y si la compañía tiene 10 empleados, no puede dar cobertura médica a sus empleados porque no les alcanza, pero para eso el gobierno dará subsidios”.

“El 80 por ciento de la población tiene cobertura médica por medio de sus empleadores,” agrega. “Para ellos, todo seguiría igual… pero ahora la gente que está bajo el nivel de pobreza tendrá acceso a cobertura médica. Además, los gastos serán con subsidios, lo cual los hará accesibles, ya que nadie gastará más de ocho por ciento de sus ingresos para pagar sus gastos médicos”.

Salganicoff aclara que la reforma de salud aumentará la cobertura médica de todos los estadounidenses, incluyendo a las familias latinas. “El propósito de la reforma,” dice, “es ayudar a las familias y a los individuos que no tienen acceso a seguros de salud… la reforma va a cambiar eso”.

El único grupo que no se verá beneficiado por esta reforma la comunidad indocumentada. A pesar del alto número de indocumentados en la comunidad latina, esta reforma no los apoyará de ninguna forma.

Jose Orellana/ El Nuevo Sol

“Los latinos tienen que saber que hay gente de nuestra comunidad que no van a poder tener acceso”, explica Salganicoff: “la gente que no tiene documentos. Ellos tienen que ir a las clínicas públicas y particulares que están ayudando a la comunidad. En el 2014, lo que va a haber es que van a empezar a extender el acceso a la cobertura, pero muchas de las reformas de seguro privado han empezado actualmente en septiembre de 2010”.

Salganicoff añade que los cambios han empezado a implementarse poco a poco para que los cambios no sean drásticos, por ejemplo, ya se ofrecen algunos servicios gratuitos al conseguir una nueva póliza de salud.

Aunque la reforma de salud asegura que todos tendrán cobertura médica, aun así mucha gente preferirá no pagar un seguro de salud, por lo cual les cobrarán un impuesto por preferir no tener cobertura médica. “Va a haber gente que va a preferir pagar una cuota sin tener seguro y la gente que no tiene documentos también no va a tener acceso”, dice Salganicoff. Y agrega: “ellos seguirán con residencia en este país, pero no tendrán cobertura”.


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